Poema: 100 horas
Veo en el reflejo
De este estanque
donde solíamos pedir deseos
mis brazos caídos
y mis atavíos marchitos
con lágrimas en los ojos
recordando cada momento
del tiempo sin retorno
contando cien horas
sin tus abrazos
Corre el viento
rosando mi espalda fría
enfriando cada latido
como aguja que hiere
y deja llagas en mi alma
la decadente noche cubre
con su obscuro manto
mi nostalgia
y llora al ritmo
del ulular del buho
Estoy atrapado
en la ira de los dioses
Su furia tiene
encarcelado mi espectro
morí el día que me dejaste
en aquel rincón
donde solíamos contar
las estrellas del firmamento
donde las horas no pasaban
y tu mirada era perpetua
con mi alma
Mas allá del cielo
Donde tus ojos
Como dos estrellas fugaces caen
, agoniza con sufrimiento perpetuo
mi cuerpo entumecido
por el frio silencio
cien horas perpetuas
del infinito infierno
donde crepitan mis lamentos
sigo muriendo sin morir
dulce desamor
de la más agria manzana
que jamás debí probar
el desconsuelo atañe mi faz
y la petrifica en el amargo olvido
hasta la eternidad.
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